Cambiar contraseña
Enlace de restablecimiento enviado
Blogs > lion35_75 > PASIONES, LUJURIAS Y RAREZAS |
Domingo de estío III
Domingo de estío III Algunas veces debes disimular que algo no te gusta para, primero, darle salsa a una relación y, segundo, no parecer que siempre estás de acuerdo con la otra persona hasta parecer que no le quieras llevar la contraria en nada. Mientras buscaba la película que quería ver y que a mi “no me hacía gracia”, desapareció del salón. El play se accionó y, ese bendito sofá se ensanchó más. Me dejó abandonado a mi suerte diciendo que ahora volvería. No me dejó que, mientras entrabamos en la vivienda, le fuera quitando ese vestido, ese sostén y que mi mano se volviera loca por debajo de la falda y por dentro de sus bragas. Ella solamente quería mantener en su punto mi dura erección. Apareció por la puerta, con ese conjunto rojo y una sonrisa brillante. Se alegró que la película ya estuviera en marcha y que el sofá estuviera preparado. En él cabíamos los dos perfectamente. Era domingo por la tarde, el día alarga, cortinas echadas que ensombrecen un atardecer. Se acerca y el roce con el suave satén y mis dedos sobre su espalda, eriza cada poro de mi piel. Puedo llegar a adivinar un par de puntos endurecidos que marca la tela, una respiración que se ahoga junto a la mía. Mis sospechas no son infundadas cuando, al dejar caer el picardías sus pezones erectos se dejan amamantar por una boca con sed de placer. Besos suaves que se aceleran al juntarse las lenguas. Mis manos descienden por sus muslos, camino indirecto para volver a ascender y apretar unas nalgas liberadas de cualquier prenda. No sé en qué momento mi camisa voló. Solamente sé que mis labios se vuelven locos en su cuello, su barbilla, su rostro. Separa un poco más sus piernas invitando a que un par de mis dedos se paseen por la vulva, humedecida y radiante como bien puedo comprobar cuando ahora desaparece ese conjunto y sentada ya en el sofá me atrae hacia ella. Desabrocha el pantalón. Esa sonrisa cuando mi falo cae semiflácido sobre su barbilla. Me mira a los ojos y atrayéndome hacia ella nos volvemos a besar. Siento el bamboleo de su mano ascendiendo y desciendo sobre, ahora sí, una polla endurecida. La película sigue avanzando, o eso es lo que alcanzo a ver mientras ahora soy yo el que me deshago del resto de mi ropa. Los dos desnudos, entre besos entrecortados, nos miramos. Sabemos perfectamente lo que queremos, por lo que me tumbo y, al instante, su pierna derecha surca mi cabeza fijando el pie en el sofá. Puerta trasera y delantera se exhiben brillantes a pocos centímetros de mi rostro. Lo bueno de este bendito número, o al menos, eso me sucede a mí, es que me olvido de mí placer. Mis dedos juegan con esa sonrisa vertical, con ese agujero prohibido, alguna que otra vez ultrajado. La lengua recorre cada milímetro de sexo mojado que, por instantes te llena la boca de sabores almizclados. Por su parte, sabe también participar en este juego. Solamente puedo llegar a imaginar, como lame y relame un palo carnal. Por momentos se lo introduce en la boca hasta conseguir endurecerlo completamente. Luego, se detiene y comienza el vaivén de sus caderas para situar su cueva lo más aproximada a su placer. Vuelve a descender y si yo la ultrajé, ella hace lo mismo conmigo. Otra vez empalmada, otra vez dura, pero ahora, palpitante. Su sabor invade cada vez más mi garganta. Ágil como una gacela, su sexo abandona mi boca. Tiene su consolador carnal en el punto que desea. A horcajadas se lo introduce dentro y comienza el vaivén paralelo tal que su botón henchido y descubierto roce con mi pubis. A partir de ahí, poco recuerdo más. Brazos luchando, manos asiendo nalgas, cachetes sordos. La lefa surgiendo rauda por un tronco palpitante entre convulsiones y arqueo de mi cuerpo al ritmo de Your Song. Tampoco recuerdo cuanto más duró su balanceo hasta que una bendita blasfemia surgió de su boca. Apretó, quería más. Mi torso notó su rabia cuando ninguna gota más surgió. El final no importaba. Ya sabía que realmente aquel film no me disgustaba. No era la primera vez que lo veíamos. Pero le gustaba que aun así le pusiera pegas. Qué decir de dos cuerpos sudorosos, en aquel día de estío que, juntos, la convertimos en un día maravilloso |
|||
11/6/2017 4:48 am |
Planazo amigo!!!! la mejor manera de pasar una tarde deliciosa ... No sé con quién, pero debo repetirlo. Aunque ya te imaginas conociendo a una mujer y planteándole ese plan, entre otros A muchas jovenes les falta tu mentalidad hermosísima. Besazos y gracias tanto por tus visitas como por tus comentarios
| ||
11/6/2017 4:17 am |
Planazo amigo!!!! la mejor manera de pasar una tarde deliciosa ... Lo peor de la pasión es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le siguen los puntos suspensivos. Blog: GARLICGIRL2000 y garlicgirl56
| ||
27/5/2017 1:51 am |
Buena forma de pasar el domingo!!! Besos hermosísima y gracias por tu visita y por tu comentario
| ||
|
Buena forma de pasar el domingo!!! HACIENDO REALIDAD MIS SUEÑOS.
| ||
26/5/2017 11:09 am |
Máxima: Mouling Rouge
|
Házte usuario para comentar en este blog