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Principios que llevan al fin  

lion35_75 48H
0 entradas
1/12/2018 1:43 pm

Leído por Última Vez:
15/12/2018 10:30 am

Principios que llevan al fin

O todo lo que empieza tiene un final. Sin traumas, porqué sí. Aunque comencemos por el principio.

Las navidades se estaban volviendo raras. Fuera de las típicas celebraciones, en mi interior había algo que indicaba el desmorone de lo nuestro. Justamente la época en que podíamos disfrutar más juntos, las excusas eran un ir y venir. Y lo que en principio colaba, luego ya chirriaba. Claro está que explicaciones ninguna, pero sinceridad toda. Y ya no la había.

1- Nada de recién divorciadas.
2- Nada con casadas.
3- Nada de mujeres con novio.
4- Nada con recién abandonadas o abandonos de novio, pareja, etc.
5- Y bueno, la quinta de mujeres de mi ciudad par de años arriba, par de años abajo, me lo pensaría.

Esos son mis principios, aunque como dijo el gran Grouxo Marx, “si no gustan, puedo cambiarlos”. Pero quienes me conocen saben que es complicado.

Estuvo claro que desde el principio tuvimos un pacto no escrito. Follamigos, amigos con derechos, polvos pasajeros. Como queráis llamarlo. Y, como en cualquier clase de relación, cuando esta se va deteriorando, buscas algún incentivo que crees que logrará reflotarlo todo. Parejas que piensan que una boda solucionará los problemas y, lo peor de todo para mí, matrimonios que creen que tener un solucionará sus continuas discusiones. Lo nuestro fue más sencillo. Una escapada a la ciudad Condal, un fin de semana, dos días juntos.

Hacía años que no visitaba Barcelona. Tantos como que me sorprendió que se tuviera que pagar por visitar el parque Güell. Tantos que ni recordaba lo que uno se cansaba de ir arriba y abajo por las Ramblas, y, recordar ese garito tan maravilloso que me parecía l´Ovella Negra. Y sobre todo ir bien acompañado, aunque los silencios ganaran a las conversaciones, aunque por momentos pareciéramos un par de desconocidos que se guiaban por el mismo instinto. Como si ambos supiéramos que, ya en la habitación del hotel, todo desembocaría hacia la muerte dulce de una relación.

No tardé mucho en ducharme. Creí que la cama sería, por un instante, un buen refugio a mi cansancio. Pero ella estuvo por la labor, condón en mano, y susurrando que quería correrse con mi polla dentro. La puerta de la habitación soportó el primer envite de su espalda sobre ella, mientras su boca adoptaba ferozmente mi lengua. Su mano apretaba por momentos mi miembro erecto, al cual no le supuso ningún impedimento envainarlo de látex, al igual que, al voltearla, no fue impedimento entrar en un sexo húmedo desprovisto de tela.

Recuerdo que eramos dos salvajes, gemidos y gritos en un breve instante. Esta vez solamente reconocí su orgasmo por el tembleque de sus piernas. Ni contracciones vaginales ni gemidos. Yo sentí como el preservativo se llenaba a la par que empujaba para estar más dentro de ella. Que fuéramos solo uno.



Pudo ser el último, o quizás quisimos que no lo fuera. Fue ella la que ahora se fue a la ducha. Y yo cumplir con mi plan inicial, acostarme.



Aún cuando creí lo primero, mi falo no había muerto del todo y, al verla aparecer, desnuda, y acurrucarse a mi lado, supe que era lo que buscaba. No me lo dijeron sus ojos, sino su mano agarrando, de arriba abajo, el palo carnal. Lo que si me enseñó fue que esta vez era diferente. De nuevo, el preludio del fin. Quiso que me pusiera de pie, que observará esa postura celestial de su cuerpo mientras mi verga era ensalivada y por momentos engullida de un modo atroz.



El arte oral con lo que consiguió que, nuevamente estuviera dentro de ella, esta vez, por más tiempo, deseando que no acabara nunca. Que no nos separásemos nunca. La tv, anteriormente encendida, ahogó nuestros gemidos, insultos y no sé qué más.



Quizás fue un deseo de venganza. Saber que aquello llegaba a su fin e, inconscientemente, quisiera que viese que mi esencia se vaciaría con su marcha. Que no solo su interior fuera mancillado con mi semen.



Y, como en el final de Los Soprano, fundido a negro. La última imagen de su cuerpo desnudo se iba borrando de mi mente, cual barco que se aleja hacia el infinito horizonte.



Regresamos, a nuestras vidas. Y sí, aquello fue el principio. El principio 3 anteriormente numerado.




lion35_75 48H

15/12/2018 10:30 am

    Cita dulcesalado63:
    de todo de tod lo que mas me ha gustado es el lunar en la espalda....
Querida Dulcesalada

Me hubiera encantado más que te hubiera gustado también el relato, pero tienes razón y en algo coincidimos, los lunares son mi debilidad...

... tienes tu alguno estratégico???

Besos


dulcesalado63 60M
2494 entradas
11/12/2018 12:57 pm

de todo de tod lo que mas me ha gustado es el lunar en la espalda....

Dulce o Salada que mas da como sepa una , pero Nunca Amarga.


lion35_75 48H

1/12/2018 1:46 pm

Máxima: Cuentos de Navidad.


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