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Mis Fantasias
 
Aqui os cuento mi peque
Vista con Título | Refiere un Amigo |
Sue
Publicado en:31 Octubre 2007 9:31 am
Última actualización en:29 Marzo 2024 3:45 am
3574 vistas
Sueño alguna que otra noche con una mujer, es muy especial sabedora de su poder sexual y sensual, se masturba ante mi, dando un espectáculo al que asisto como espectador inmóvil, hasta que se me ofrece, a punto del orgasmo mutuo.

Mi sueño comienza siempre igual, estoy sentado en un sillón y miro a mí alrededor. Las luces son tenues.

Apareces ella, vestida con un body, ligas y medias. El body es transparente y muestra un pubis depilado. Solo piel.

Comienza el show. Tiene una coreografía muy sensual, te paras frente a mi y te desabrochas lentamente el body, se entreven labios hinchados.

Tus manos recorren tu cuerpo lentamente. Muslos, cintura, brazos... tus pezones se dejan ver duros a través del suave tejido. Tienes algo mas en ellos... ¿aros? no se alcanza a notar. La luz no es suficiente.

Te arrodillas frente a mi, en un gesto de provocación, imitas el movimiento de una pareja haciéndolo suavemente, entre mis piernas se adivina ya mi erección, abres y cierras tus piernas mostrándome cada suave pliegue de tu piel, saco mi pene, medio erecto, prohibiéndome tocarte. Te arrodillada entre mis piernas, enderezas la espalda y empiezas a acariciarte los pechos lentamente, recorriendo toda su deliciosa superficie. Tus pezones parecen perforar la tela. Miras como me crece y crece el pene. Ves el brillo de una gota en la punta. Estiras un dedo, esparces el liquido por el glande y te chupas el dedo como si te estuvieran devorando casi con gula diría yo.

Comienzas a enrollar el body de a poco, mostrando tu pubis depilado perfectamente, tu ombligo, y te lo dejas justo antes de mostrarme los pechos. Noto que tu piel brilla. Parece aceite. Me gustaría tocar pero no puedo.

Te das media vuelta y te pones en cuatro patas. Tus nalgas me apuntan y veo como se asoma una vulva pelada y un ano rosado e invitante. Veo ese brillo que puede ser aceite. Te lejas gateando, te incorporas y te abres las nalgas, dejándome ver en plenitud tu depilación y el brillo del aceite y tu lubricación. Quiero comer y lamer... pero nada.

Traes una silla, te sientas frente a mí, totalmente abierta de piernas y te comienzas a acariciar la cara interna de los muslos, diciendo que parece que a ambos nos gusta esto, que mire lo suave y mojado que lo tiene.

Te abres los labios inferiores y me muestras un clítoris rojo e inflamado. Veo que te gusta también esto de dar show. Te pellizcas el clítoris entre el índice y el pulgar, y suspiras. Yo te ruego me dejes ver tus pechos. Tú me ignoras. El pellizco deja paso a caricias y tirones suaves en tus labios inferiores, como si los quisieras estirar. Te acaricias suavemente la zona alrededor del ano, y tu dedo vuelve, lentamente, desesperantemente, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris.

Pasas una mano por debajo de tus piernas y te acaricias la entrada de la vagina mientras tu otra mano se dedica exclusivamente a tu clítoris. Yo goteo y goteo y tú te das y te da placer, un dedo desaparece en tu vagina. Gimes... clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris... otro dedo desaparece, respiración acelerada, me dices cuanto te gustaría ser penetrada.

Me ofrezco. Tú te ríes y me desprecias. Sacas dos dedos brillantes de tu vagina y te metes nuevamente la dulce pareja, sin parar pero con lentitud cruel. Tu otra mano no olvida clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris... mas y mas rápido, se confunde los sonidos líquidos de tu vagina inundada. Tu otra mano sigue clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris. Aun así, la caricia no disminuye:

clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris, clítoris, labios, entrada de vagina, ano, labios, clítoris... me dices que estas a punto de acabar y me ordenas pajearme. Te corres entre gritos y gemidos. Yo me pajeo lentamente, con el poco autocontrol que me queda. Te sacas los deditos, te acercas a mí y te penetras con mi pene, hipersensible.

Mientras me corro suena cruelmente el despertador…

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Su perfume
Publicado en:15 Octubre 2007 11:29 am
Última actualización en:29 Marzo 2024 3:45 am
3613 vistas
Yo era un joven Universitario, de esto puede hacer tranquilamente quince años, era una tarde que estaba saliendo de la facultad y me dirigía a una cafetería muy conocida del entorno, a ver si tomaba algo con los amigos, en esto que me acorde de que tenia una cita muy importante al día siguiente y tenia que comprar colonia para la cita, fui rápidamente a una perfumería cercana a la universidad, entre en ella y la verdad embriagaba las distintas esencias que se desprendías de las estantería, un infante en el cielo pensé me volví y vi a una vendedora muy madura entre una edad de 43 a 45años, ella era la encargada del establecimiento, era delgadita de no mucho culo.
Comencé echar mi imaginación de estudiante y termine con mi pene erecto, y comencé con una sudoración algo acelerada por mi imaginación.
Yo me acerque disimuladamente por detrás me agache al estante más bajo para poder admirar sus tobillos sobre aquellos tacones enormes que calzaba y comencé a oler su fragancia, ella se fue apartando sutilmente al ver que yo seguía agachado admirando, disimulando al mismo tiempo, quede muy excitado. Ella estaba vestida con uniforme de blusa de color blanca con bocamangas azul y una falda del mismo color que el ribete azul.
Compre la colonia y me marche, pasaron casi tres meses y no me atrevía a entrar en la perfumería, intentaba pero no podía y deseaba conocerla, ardia por escuchar nuevamente su voz y oler su fragancia.
Fui nuevamente a la tienda armado de valor, me encontré con una de las vendedoras y comencé a marcar un rollo para ver si ella llegaba. Y efectivamente con voz clara comento “Deja laura yo atiendo al señor” Ella andaba vestida de traje chaqueta y me acerque disimuladamente mas de la cuenta. Ella no reacciono y comencé oler otra vez esa fragancia embriagadora que me traía loco, luego le busque conversación y era muy simpática, jovial y estuvimos un buen rato charlando, hasta que ya cuando llegue a casa no pude mas y me masturbe.
A día de hoy no fui mas a la perfumería y muchas veces me tengo que masturbar, recordando mi fantasía, el olor penetrante de su perfume, la esencia que aspire hasta el último aliento en aquella conversación. La verdad lo que me paso con aquella vendedora, se puede tachar de fetichista.

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Aquella deliciosa voz
Publicado en:10 Octubre 2007 3:03 am
Última actualización en:4 Noviembre 2012 4:24 pm
3693 vistas
Todo empezó una noche en la que estaba solo en casa. Me sentía un poco aburrido por lo que decidí entrar a Internet y pasar el tiempo. Entre a esta pagina de contactos y comencé a leer diversos que hacían que cada vez me pusiera mas caliente. Ya entrada la noche, estaba un poco cansado y me acosté a dormir.

Me acorde de varios de los contactos leídos y empecé a sentir curiosidad por uno en especial ponía algo así “Pareja busca sexo telefónico con chico…” la curiosidad y lo caliente que estaba además con ganas de tener sexo fue el detonante de la llamada. Me atreví y llame al número que indicaba, medida que la llamada hacia el tono, el corazón empezó a bombear aceleradamente, de repente una voz muy sensual de mujer me contesto y me propuso que entráramos en Messenger y que conectara mi Web Cam mientras ella me iba indicando lo que tenia que hacer. Poco a poco fui quitándome el pijama hasta quedar completamente desnudo sobre mi cama.

Ordeno que con mis manos empezara a tocar mi pecho, seguidamente que fuera bajando muy lentamente mis manos hasta mi pene y empecé a rozar suavemente todas las partes de mi cuerpo que me ordenaba aquella voz. Que sensación tan maravillosa y morbosa al mismo tiempo. Comenzó a decirme entre susurros que estaba empezando a acariciar su cuerpo hasta llegar a la vagina y que estaba totalmente mojada de la gran excitación que tenia. Empecé a tocar mi pene de arriba a abajo, suavemente mientras con la otra mano tocaba mis testículos. En mi cabeza me imaginaba infinidad de posturas con la dueña de esa voz misteriosa.

Decía sentirse deliciosa al estar tocando su clítoris al mismo tiempo que admiraba mis movimientos a través de la Web cam. Me masturbe por un buen tiempo, pero cuando sentía que me iba a venir paraba porque no quería que esta sensación tan placentera se acabara.

Seguí así por varios minutos, tocándome y oyendo aquella voz, que deliciosa experiencia, descanse un poco y empecé a masturbarme de nuevo para alargar la situación durante un buen rato pero la voz ya entrecortada me hacia indicar que se acabaría muy pronto, como así sucedió, ya nunca volví a llamar pero recordar la voz aún me hace excitarme y desatar mis fantasias.

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Sensaciones
Publicado en:3 Octubre 2007 9:18 am
Última actualización en:9 Deciembre 2007 4:40 am
3651 vistas

Fue este lunes por la mañana. Después de un fin de semana bastante intenso "tube sexo con una pareja". Me sentía inquieto. Algo interrumpió mi sueño, eran las 04:30 de la mañana, no sabía lo que era pero me di cuenta, de que estaba incomodo...echado en la cama y con una erección impresionante, la verdad tenia hasta una leve molestia y pensé “En que estaría soñado”.Después de manoseármela un poco dejo que se relaje y me levanté para ir al baño. Aprovecho que estoy en el baño para mirarme al espejo....hago lo típico de mirar el perfil de mi silueta, escondo barriga, me miro el pene que aun esta medio erecto, aunque pensando que después de la erección......tiene buena pinta que pena que no sea siempre de ese tamaño, seguro que gustaría mucho a las mujeres.......Y no se por que decidí darme una ducha con agua caliente.
El agua cae sobre mi cuerpo relajando mis hombros pero la media erección sigue aquí, me acaricio el cuerpo con el jabón, me unto las manos con el y empiezo a lavarme todo el cuerpo.... empiezo por las piernas....hasta llegar a los testículos......me manoseo un poco el miembro para que esté todo bien limpio. Subo por la barriga hasta los pechos......me los toco un poco, me los presiono como si fuesen de una chica...intento imaginar el placer que ellas reciben cuando le toco los pechos con las manos untadas de jabón....... Sin titubear, acerco mi mano derecha....aun no la he manoseado apenas y ya empieza a formar esa eréctil posición. Es tal hinchazón por la excitación que no puedo sufrir la tentación. Empiezo a masturbar suavemente......al mismo ritmo que suelo imprimir al estar penetrando a una mujer. No puedo mas, me arrodillo en el suelo de la ducha y sigo con el vaivén de la mano. Disfruto de cada una de las embestidas de mi mano derecha......lo recorro largamente....con suavidad,....mmmmm me gusta la sensación del agua caliente recorriendo mi cuerpo y ahora es la mano izquierda que sigue masturbando a placer.......ahhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiiii. Noto como se tensan los testículos y los pezones se endurecen como rocas. Mi miembro sigue muy erecto y el color del glande se entorna en muy rojizo, siento que va a llegar el momento……ahhhhhhh ufffffffff. Mi explosión sale a toda velocidad. Se estrella contra las paredes de la ducha, la mano izquierda siente como mi miembro se convulsiona cada vez que quiere expulsar los espermas a alta presión. Es un placer inimaginable.
Me quedo unos instantes inmóvil con la respiración absolutamente agitada....mi cuerpo aun tiene temblores de placer, no puedo moverme. Me voy relajando poco a poco y me levanto un poco....miro hacia arriba y el agua de la ducha sigue cayendo. Me vuelvo a untar jabón y me relajo un poco más en la ducha.
Es una sensación de locura. ¡Morbo! Y muchas otras cosas que no se como describir.
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El secreto de mi amiga
Publicado en:2 Octubre 2007 4:59 am
Última actualización en:29 Marzo 2024 3:45 am
3763 vistas
Os voy a contar el secreto de una amiga, nos contó durante los postres de una cena de amigos hace menos de un año una historia muy caliente, es más aun a día de hoy me éxito como un colegial al recordar.
La historia comienza en un cumpleaños de una conocida de Inma, yo intentare relatarlo desde la piel de Ella, espero que si cometo algún error lo comprendáis.
“Al final de la fiesta de cumpleaños a medida que nos fuimos quedando pocos la conversación se hizo más caliente y cada uno empezó a contar, típico, su fantasía sexual. En ese lugar no sabían de mis deseos y curiosidades sexuales y conté una fantasía que tenía pero le cambié el sexo de mi "acompañante". Les dije que me encantaría que un hombre me haga un buen masaje, muy profesional, y que después una vez, relajada, me lamiera el cuerpo hasta hacerme acabar mojada. Cómo verán, nada del otro mundo, pero era lo que se me ocurrió en ese momento. Uno de los chicos que estaba en la fiesta, me llevó a mi casa en su coche y me dijo que le encantaría ser ese masajista profesional, porque él también había tenido esa fantasía, con una mujer, la cumplía muy a menudo, y tenía conciencia de lo sexy que es.
No tuve otro remedio que decirle que en realidad, mi fantasía era con "una" masajista profesional. Para mi sorpresa, me dijo que el conocía un lugar dónde se podía hacer realidad lo que yo deseaba.
Me contó que su fantasía personal se le hizo realidad, una vez que fue a una "sauna" de lujo, donde atienden masajistas profesionales que después de un excelente masaje estaban a disposición del . Cómo él iba a ese lugar, que era para hombres exclusivo, se iba a encargar de proponer si yo podía disfrutar del servicio. Yo no sabía qué hacer, dudé mucho, pero al final quedamos en encontrarnos en esa semana para ir a ese lugar.
Cuándo llegamos nos atendió una morena que realmente era muy atractiva y simpática. Lo trató a mi amigo con mucha confianza y extrañada porque había ido con una mujer. Él le hizo ver que era compañera de oficina que estaba muy estresada y que seguramente no iba haber problema con que alguna de las chicas me haga un masaje. Él le pidió que me atendiera Ángela. Entré sola a un dormitorio privado que aparte de tener unos sillones muy cómodos, tenía una camilla en el medio. Me indicaron que me duchara y lo hice sin saber cómo seguía la cosa, me puse una bata que había y me senté a esperar. Pasaron dos ó tres minutos y entró Ángela. Estaba también con una bata muy cortita, se notaba que no llevaba nada abajo. Si bien era muy bajita, estaba muy bien de cuerpo, y ese físico le hacía destacar sobre manera unos pechos firmes que se notaban detrás de su bata.
Me pidió que me quitara la bata y me acueste boca abajo en la camilla. Me preguntó si me gustaba fuerte ó despacio. Yo le dije normal y empezó. Empezó a masajearme la planta de los pies. Primero tomo una y le dedicó unos cinco minutos. Me apretaba fuerte el talón con sus dedos, me acariciaba la planta y cada uno de los deditos con una suavidad asombrosa. Se dedicó muy especialmente a mis dedos, sorprendiéndome lo hermoso y placentero que era.
Siguió con mis piernas, masajeándome una por vez. Primero la parte de abajo, como veo que le hacen a los deportistas en las pantorrillas. De más está decirte que sus manos eran muy suaves y era una experta en lo que hacía. Siguió subiendo por mis piernas, me masajeaba con una mano cada una de ellas, y a medida que se iba acercando a mi culo lo iba haciendo cada vez más suave. Si bien yo ya estaba excitada, cuándo rozó mi culo por primera vez supe que lo que iba a vivir era fabuloso. Comenzó a acariciarme las nalgas con cierta presión, pero de vez en cuándo dejaba escapar un dedo por la raya que me hacía estremecer. Cómo veía que me gustaba, lo empezó a hacer más frecuentemente hasta que lo único que hacía era pasarme su índice por la raya, cada vez más abierta. No te imaginas lo que me excitaba. Comenzó a hacerme masajes en la cintura. "Te prometo que después vuelvo al culo" con una voz que derretiría el hielo, dijo antes de empezar a pasarme la mano por la espalda.
Me hizo masajes en la espalda como una verdadera profesional. Tan bien los hizo que logró relajarme a pesar de la calentura que tenía., cuándo estaba terminando en los hombros me susurró si yo quería que se quitase la bata. Recordando esos pechos firmes, obviamente le dije que sí.
Yo seguía boca abajo, por lo que no la podía ver, pero grande fue mi sorpresa cuando empecé a sentir en mi espalda, el roce de unos pechos duros como piedras y a la vez tan calientes. No dejó punto de mi espalda sin tocar con esos pechos espectaculares. Te imaginas el sólo contacto me estremecía toda. A medida que iba llegando a mi cintura sus pezones se pusieron duros y sentirlos fue como un orgasmo. Continuó pasándome los pechos por mi pierna. Esas tetas tenían vida propia. Cada roce era estremecerme toda. Sentía que iba a acabar en cualquier momento. Cuando apoyó los pechos en mi culo, le pedí que pare, que no aguantaba más. Ella se subió a la camilla, apoyó sus tetas en mi culo y las empezó a refregar de manera tal que mi sexo se pegaba cada vez más a la camilla. Yo me refregaba contra la camilla porque ya no aguantaba más y quería acabar. De repente paró y me pidió que no acabe que me tenía reservada una sorpresa. Yo apenas si me pude contener. No aguanté más y me deshice en un orgasmo que nunca había tenido. Fue increíble, por favor. Ni siquiera me acordaba de su cara, pero lo que me había hecho boca abajo me hizo más que cumplir mi fantasía.
Después de descansar dos ó tres minutos, me pidió que me dé vuelta que iba a empezar con los masajes boca arriba. Lo primero que hizo fue levantar una de mis piernas y chuparme el pie. Qué divino, increíble. Chupó cada uno de mis dedos con una maestría inolvidable, pasando la lengua entre los dedos, increíble. ¿Nunca les chuparon los dedos del pie? Es increíble cómo me calienta eso.
Siguió dándome besitos en las piernas, iba subiendo muy dulcemente. Todo era como yo lo había soñado. Cuándo llegó a mi sexo, que ya estaba por estallar de vuelta, pasó de largo y me empezó a pasar la lengua por mi vientre, su lengua era dulce y dura a la vez. A cada paso me estremecía más. Subió con su lengua a mis pechos, que ya me dolían de tanto placer. Primero los masajeó un buen rato, sin tocarme los pezones que estaban por explotar. Cuando puso su boca en uno de ellos sentí que iba a tener otro orgasmo por primera vez en mi vida sin contacto en mi vagina, qué placer, por favor. Me lamió y mamó con una pasión increíble. Luego su lengua bajó por todo mi cuerpo hasta mi monte de Venus y su lengua que no era tímida para nada empezó a buscar mi clítoris. Su lengua no paraba de lamerme y meterse en mi vagina. Me veía venir un orgasmo increíble y así fue, qué placer, por favor, fue un orgasmo interminable porque con sus manos me apretaba los pezones y el placer no se terminaba nunca.
Fue la única vez en la vida que pagué por sexo es increíble que una mujer diga esto pero nunca lo voy a olvidar."

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El viaje
Publicado en:27 Septiembre 2007 8:24 am
Última actualización en:29 Marzo 2024 3:45 am
3547 vistas
Unos meses aproximadamente antes del verano, fui de viaje a Bélgica. Era un viaje concertado por la empresa para visitar unas instalaciones. Después de llevar varios días visitando Bélgica aunque realmente tampoco tiene mucho, al final del viaje como suele pasar nos juntamos los que habitualmente hacíamos las visitas en pequeños grupos, aunque ellos venían con sus esposas desde España. Una pareja era Asturiana, el tenia 56 años, ella 50 años, la otra pareja era de Mallorca los dos tenían aproximadamente 40 años.
Roberto era el hombre de 56 años es un cachondo mental, y Juan era una persona mas seria, era el director de una empresas asociadas, se le notaba la tensión de tomar decisiones difíciles todos los días. Rosa tenia 50 años y Maria tenia 40.

La ultima excursión iba a ser a uno de los muchos museos que tiene Bélgica, el tiempo acompañaba así que yo decidí ponerme unos vaqueros y una camisa al mas estilo giri. Pasamos un día muy simpático los cinco, cuando llegamos al hotel yo estaba fundido totalmente, y me fui a la habitación a descansar, la verdad muchas ganas de cena no tenia e iba a optar por acostarme pronto y chatear un rato en el portátil, cuando de repente sonó la puerta.
.- ¿Quién es?
.- Soy Rosa
.- Abrí la puerta, ¡Hola Rosa! Dime
.- Hemos pedido cena en la Suite y hemos pensado que podrías venir a cenar con nosotros cuatro.
.-Vale me pongo algo de ropa y me acerco un rato.
Aunque no es habitual que en una cena de parejas inviten aun chico, lo tome más por el trabajo que por la invitación propiamente dicha. Me dispuse pronto y subí para la suite, cuando llegue tenían dispuesta una mesa enorme con la cena ya preparada, estaban tomando un vino en ese instante pegados al enorme ventanal que disponía la suite con unas vistas impresionantes sobre Bruselas, me invitaron a que me sirviera una copa de vino y empezamos una agradable conversación de temas no relacionados con el trabajo, eso siempre es de agradecer. La cena discurría de lo mas normal aunque la composición de la mesa chocaba un poco por que me habían dejado el sitio de justo en medio de las dos señoras, y ellos a señora cambiada eso hizo que mi calenturienta mente rozara un atisbo de morbosidad, ellas estaban muy elegantes vestidas y ellos también aunque sin corbata, yo con los vaqueros daba la impresión de ser el desastre de Roberto y Rosa, la conversación fui muy agradable y animada, por lo que la atmósfera que se respiraba era magnifica. Tras los postres, empezamos a brindar con un poco de cava, pasando rápidamente a los licores, los licores los sirvieron en una mesita justo al lado de la enorme cristalera, la vista era magnifica y la conversación poco a poco se animaba por momentos, hasta que en una ocurrencia de Maria todo dio un giro, la ocurrencia no fue otra en decir que le molestaba el liguero que se había puesto para la ocasión, creo que todos nos miramos con una sonrisita picara pensando más en lo caliente de la situación. Rosa no le quiso andar a la saga y le pregunto.
.- Si y de que marca es, por que yo me he comprado la ropa interior que llevo en la perla.
La cosa se fue animando y una frase llevo a otra, y la conversación se entorno mas de carácter sexual, en un abrir y cerrar de ojos la pregunta rasgo el aire.
.- ¿Qué follamos? ‒ Salio de la boca de Juan.- y en lo que se dice rápido estaban las señoras a marido cambiado, intercambiando besos, en eso que Rosa se fijo en que yo estaba contemplando la escena atónito, se acerco y empezamos besarnos, Juan mientras acariciaba su esbelto cuerpo por detrás, Maria y Roberto estaban fundiendo la pasión de dos lenguas como desesperadas buscando un hueco del otro, las ropas empezaron a desaparecer y los cuerpos a resurgir de una pasión incontrolada, en un abrir y cerrar de ojos Maria tenia mi pene en su mano dispuesta a regalarme un mamada de época, al mirarla hacia abajo observe que María compartía su boca con mi pene y el de Roberto mientras Rosa desnuda buscaba mi boca con la suya, Juan tenia su pene entre el culo de Rosa acariciando su coñito y sus enormes pechos, la escena era del mejor guión sobre una orgía romana. La pasión ardía y rosa busco mi pecho descubriendo su coñito de espaldas a Juan, El entendió que era el momento de penetrar a Rosa mientras Maria saboreaba una y mil veces el pene de Roberto y el mió, al cabo de unos minutos Maria hizo un gesto con su mano e indico que se iba a sentar encima del pene de Roberto, soltando el mió, Rosa aprovecho para indicarme que me sentara en el sofá y se puso de rodillas como si de una perra se tratara poniendo de nuevo su coñito a disposición de Juan, Maria cabalgaba encima de Roberto y este estaba a punto de estallar de pasión, le indico que se iba a correr cuando en un gesto de Rosa acerco su cara al pene de Roberto y ayudada por Maria Roberto se corrió en la boca de ambas, hasta ese momento la noche se presentaba muy caliente, acto seguido Juan hizo lo propio en el culo y espalda de Rosa que Maria se acelero a lamer…
Era un visión afortunada la mía, un comentario de Rosa sobre que harían con el nene refiriéndose a mi me hizo enardecer mi pene con una erección de las que hacen época, y raudas se dispusieron a follarme como nunca jamás me habían follado dos hembras, el resto de la noche fue de mucho disfrutar y poco descansar pero eso lo dejaremos para otra ocasión…

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Confesiones
Publicado en:21 Septiembre 2007 11:27 am
Última actualización en:29 Marzo 2024 3:45 am
3536 vistas
Era un viernes cualquiera de esos que te quedas a tomar unas copas con los compañeros de trabajo, después de unas cuantas copas, nos quedamos Juan, Sergio y yo, la noche seguía entre risas y alcohol, fue curioso por que en aquel estado no podíamos coger el coche así que Juan llamo a su esposa Ángela para que nos recogiera, primero se quedo Sergio y el siguiente en teoría debería ser yo, pero Juan insistió en tomarnos la última en su casa.

Ha Ella no le hizo ni pizca de gracias, pero asintió con la cabeza. Estuvimos cenando, Ángela es una estupenda cocinera y empezamos a beber vino Ángela que en un principio estaba algo contrariada se animo definitivamente y entre vinos y risas, empezamos ha hablar de sexo.
Después de muchas indirectas yo les pregunte a los dos como follaban y ni corto ni perezosos empezaron a contarme, que ellos lo hacían de todas posturas y que ha Ángela le encantaba el sexo anal.

Ellos tampoco se quedaban atrás a la hora de preguntarme y tuve que contarle que una vez me fui a la cama con un compañero de trabajo y su amiga. Entonces salto la sorpresa tanto mía como la del Juan cuando Ángela nos contó que le había encantado lamer el coñito de una amiga. La cara de Juan no tenia color creo que ni en sus mejores fantasías podría haber soñado eso, ver a su esposa con otra mujer, yo de verdad que estaba muy excitado oyéndola como relataba el lance, Ángela continuaba y continuaba contando la relación lesbica que había tenido con su amiga, al cabo de un rato cuando la historia de Ángela llegaba a su fin solo se le ocurrió y decir “Y ahora solo me queda que me follen dos hombres, pero no creáis que eso esta noche pueda suceder” Así que aún me éxito solo con pensar en esa confesión y en el que pudo ser y no fue.

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La Fantasia cumplida
Publicado en:20 Septiembre 2007 2:09 am
Última actualización en:4 Junio 2009 10:44 pm
3580 vistas
Contacte con un matrimonio, de 50 y 46 años Luís y Carmen, que vivían en una provincia del centro de España. Siempre he tenido fantasías de tipo voyeur pero nunca encontré la oportunidad de disfrutarla y por lo que me planteo Luís estaba seguro que saldría bien.
Hace ya unos meses tomaron la decisión de visitar mi ciudad y el tenia la intención de provocar situaciones sin que ella fuera consciente de que eran provocadas.
Al avisarme con tiempo prepare muy minucioso las indicaciones del marido, Luís me hizo pasar por un masajista para que hiciera un masaje algo mas “intimo “de lo habitual a su esposa (Carmen).
Llegado el fin de semana, se trasladaron; el hotel era magnifico, con unas habitaciones increíbles, al día siguiente, al levantarse se propusieron recorrer la ciudad a pie, esa misma mañana recibí un mensaje que decía “pregunta en recepción, te he dejado una nota” en ella se me explicaba como debía actuar, la leí y a la hora acordada me dispuse a llamar, al abrir la puerta pude ver la cara de sorpresa de Carmen al ver que el masajista era un hombre (En este caso yo). Pensé que se negaría pero haciendo una mueca de resignación entre. Luís le indico que se pusiera cómoda y después de desnudarse completamente se tumbara boca abajo, acto seguido se sentó en un sillón frente a nosotros.
Pude observar cierta cara de preocupación en Carmen mientras se quitaba los zapatos; le siguieron la camisa y los pantalones. Era muy excitante observar a esa mujer en ropa interior: un bonito sujetador de encaje y un minúsculo tanga. Creo que no se que le daría mas vergüenza; si estar con esa ropa interior o mostrar su desnudez.
Con un gesto de decisión se desabrocho el sujetador y se despojo del tanga. No sabia lo buena que estaba hasta que la vi. Tenía los pezones erectos y la aureola estaba colorada.
Se subió a una especie de camilla que el hotel le había facilitado y se tumbo boca abajo.
Pasados unos minutos Luís, bajo la intensidad de la luz y comencé a untarme aceite en las manos. La mirada de Luís era lujuriosa.
Comencé a esparcir acites aromaticos por su espalda, ella mantenía los ojos tapados con un antifaz de los que se utilizan para relax; después baje hasta los glúteos. Como Ella mantenía las piernas muy juntas baje hasta uno de sus tobillos y después de masajearlo lo deje separado un poco. Repetí la misma operación quedando boca abajo pero con las piernas abiertas. Desde su posición Luís tenía que ver el coño depilado de su mujer. Era muy excitante y a mi se me empezaba a notar la erección.
Ella seguía con los ojos cerrados. Después de masajearla de forma normal, Luís me hizo la señal convenida para indicarme que debía profundizar un poco más.
Comencé a dar pasadas largas y firmes con mis manos, desde los pies hasta la espalda, y cuando bajaban mis manos se iban introduciendo cada vez mas entre sus glúteos pero esta si con mucha delicadeza. Fue increíblemente excitante ver a un extraño como me miraba acariciar el sexo y ano de su esposa, la cara de Carmen no mostraba el menor signo de enojo.
Al cabo de un rato le pedí que se diera la vuelta. Se le veía un poco nerviosa. Quedo boca arriba, con los brazos estirados a los lados, sus pezones apuntando al techo. Tenía las piernas entreabiertas. Luís se coloco a sus pies, y por el bulto del pantalón estaba claro que le gustaba lo que veía: el precioso coño de su mujer completamente depilado y sin duda alguna muy mojado. Entonces me aparto con un gesto, yo me senté en el sillon que hasta poco antes El estaba en posesión, empezó el masaje por las piernas, después se coloco detrás de su cabeza. Desde allí comenzó a masajearle el pecho suavemente, eludiendo los pezones. Estos no podían estar más duros. Luego, mientras daba pasadas largas por su cuerpo comenzó a acercarse a ellos, hasta que en uno de las pasadas los rozo. Ella entreabrió sus labios sin emitir sonido alguno y manteniendo su posición y con los ojos tapados. Inconscientemente tenía sus piernas bastante abiertas. Estaba claro que estaba muy excitada y disfrutando.
El bulto de Luís indicaba que estaba muy excitado tambien, y colocándose en el lateral de la camilla rozo con su pené contra la mano de su esposa que estaba allí apoyada.
Contuve la respiración, desconociendo la reacción de Ella, ya que creía que era yo el que le estaba masajeando. No hizo nada, pero tampoco aparto su mano de la zona del pene de Luís.
Luís seguía con su masaje en las piernas, y cada vez se acercaba más al coño de Carmen. Pude ver como su mano rozaba los labios mayores. Seguía rozando sus labios y cuando paso su índice directamente por el coño de Carmen cerro un poco las piernas. Preocupado, me hizo la señal acordada para dejarlo.Pero Ella abrió un poco el antifaz, tenía la cara bastante colorada y una expresión entre vergüenza y excitación. Pero al ver que Luís era el del masaje se paso una mano por el coño en gesto de exitación. Nunca había visto una mujer tan excitada. Carmen me busco la mirada ya que yo era un invitado de piedra nunca mejor dicho, me hizo un gesto de aprobación y libere mi pene para empezar a masturbarme mientras su marido la hizo disfrutar durante más de media hora, al terminar todo con el típico agradecimiento de ambos, estuve paseando durante una hora más o menos pensando en cual hubiera sido mi reacción si el marido me hubiera invitado a follar.
Si alguien estaría dispuesto a repetirlo, no lo dudéis siempre estoy dispuesto a este tipo de fantasias.

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Buen fin de Semana
Publicado en:18 Septiembre 2007 3:09 am
Última actualización en:29 Septiembre 2007 4:28 am
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Buenos amigos con los que compartir un buen fin de semana y algo más que una relación cordial.
Los juegos en equipo nunca me habían gustado. Mi experiencia me había mostrado que por lo general, unos son los que juegan y los otros se apuntan al carro de los ganadores. Sin embrago, cierta vez, hace algunos meses, no fue así. Aquella fue la primera ocasión en mi vida en la que me sentí que en equipo en donde todos "jugamos" la diversión estaba garantizada, con Lola, Ricardo y Nuria, quienes a la postre serían mis mejores compañeros de juegos.
Lola era una chica extravertida, mona y juguetona. Yo la había conocido el año anterior por un material que me tocó recoger de su oficina. Ricardo era su Marido. Nuria, por su parte, era una chica que trabajaba en una empresa de comunicación dos plantas más debajo de la mía, a pesar de su evidente timidez nos saludábamos en los ascensores. Igual que con el caso de Ricardo, los conocía desde hacía tres meses de la cafetería y todos coincidimos en esas dichosas pruebas deportivas organizadas por las empresas para sus empleados.
El desarrollo de la pruebas fue muy divertido. La forma de ser de Lola y Ricardo ayudó a ello. Formaban una pareja divertida y desinhibida, pero muy deportista. Al principio nos bromeaban a Nuria y a mí diciéndonos que formaríamos un buen equipo. Mi tímida compañera sólo se ponía de todos colores y yo le echaba leña al fuego "tirándole los tejos", a pesar de que todos sabían que yo tenía novia. Todo era parte del cotorreo necesario para llevar de manera agradable la cohesión del equipo.
Como era común con este tipo de pruebas deportivas donde se mezclan oficinas del mismo edificio y distintas empresas, al término de las pruebas el día previo a la entrega de trofeos. Había que hacer un enorme carrera de orientación, y pasaba muy cerca de la urbanización donde vivían Ricardo y Lola.
Ya avanzada la carrera, cuando nos cansamos de dar vueltas mas perdidos que el barco del arroz, la divertida pareja buscó una excusa para terminar en su casa y nada más aceptar la propuesta se sonrieron y se dieron a la tarea de darse todo tipo de arrumacos, no importándoles la presencia de nosotros. Parecían deseosos de ser observados. Inicialmente, Nuria y yo sólo intercambiamos divertidas sonrisas de incredulidad, pero conforme Lola y Ricardo comenzaron a avanzar en aquella frenética entrega, mi amiga fue tornando su timidez en arrojo, alimentado por mis mudas invitaciones a acercárseme. Se sentó junto a mí y pasó su brazo por mi cintura, sin perder detalle de la entrega de nuestros dos amigos.
Cuando Ricardo descubrió los pechos de Lola, la timidez de Nuria desapareció por completo y sus manos buscaron mi pecho con ansiedad. Palpo mi entrepierna y se topo con un erguido miembro anhelante por ser liberado. Desabrocho mi pantalón y se acerco para lamer y probar mi erecto miembro. Alternando su vista entre mi pene y la entusiasta pareja, yo baje sus pantalones para observar sus braguitas, al tiempo que Ricardo retiraba los jeans de su esposa ante la lujuriosa mirada de Nuria. Aquello se estaba convirtiendo en una deliciosa orgía.
Masajeo Nuria con boca y manos mi excitado pene, mientras mi compañero Ricardo metía sus manos bajo las braguitas de Lola en dirección de su sexo. Cuando Ricardo desnudó por completo a su chica para finalmente penetrarla, Nuria no pudo más, aquella doble estimulación, visual y sensitiva, detonó en ella una pronta y abundante segregación que evidenció la ganas de sexo que tenía. Tras quitarle las braguitas, tomé su mano de nuevo y la dirigí a mi pene con movimientos suaves, haciéndole entender que la necesitaba. Teniendo como fondo musical los alocados gemidos de Lola y los estentóreos crujidos del sofá en el que lo hacían, Nuria lo pillo rápido y entendí que yo debía tomar la iniciativa. Me coloqué hacia ella de manera que le quedaran de frente a su vista mis entusiastas amigos, y me preparé para finalmente introducir dentro de su sexo mi pene, lo cual ocurrió en breves instantes. De nuevo, Nuria estaba sumergida en una doble estimulación. Esta vez, sin embargo, le percibí más confiada, más entera, más dueña de la situación. Su sexualidad se estaba liberando vertiginosamente y yo me sentía orgulloso de contribuir a ello. Aún con la torpeza natural de los nervios y la ansiedad, arremetí sobre ella con más violencia que habilidad, pero ella gozaba igualmente y así me lo hizo ver.
Entregados en aquel delicioso festín, observamos cómo aquella pareja interrumpía su gozo para acercarse a nosotros. Ricardo colocó a su esposa junto a mí, e invitó a Nuria a intercambiar posiciones. Despedí a Nuria y recibí a Lola. ¡Qué diferencia! Nuria y yo cruzamos miradas entre divertidas e incrédulas. Estaba claro que aquel episodio no había sido planeado por nadie. Era simplemente una manifestación del desahogo que merecíamos después de tanta presión.
Con Ricardo como director, iniciamos una divertida coreografía sexual en la que cambiamos posiciones e intercambiamos compañeras en repetidas oportunidades. Tras alcanzar su clímax, Lola se retiró exhausta tendiéndose a dormir cerca del resto de nosotros. Los chicos, aun entusiastas, arremetimos sobre Nuria simultáneamente por algunos minutos más, hasta que finalmente todos quedamos rendidos.

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Una de Oficina
Publicado en:14 Septiembre 2007 8:37 am
Última actualización en:10 Octubre 2007 4:46 am
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Trabajaba en un bufete de abogados que solían llevar contratos de empresas de alta tecnología bastante monótona la verdad, hasta que la dirección del bufete decidió cambiar a nuestro jefe. El nuevo jefe era una mujer madura, pero muy elegante, atractiva, buen tipo y pronto supe que sabia tratar muy bien a los Hombres. Yo no tenía muchos compromisos amorosos en aquella época, un par de amiga con derecho a roce y nada más, Además me costaba ser fiel, de vez en cuando tenía una aventura, no podía resistir a la atracción femenina. Mi nuevo jefe comenzó a fijarse en mí de una manera particular, yo instintivamente trate de caerle bien. Un día me pidió que la ayudara con el Excel porque según ella no era muy ducha con la PC. Yo sentía que se acercaba bastante, evidentemente yo me exitaba con la situación.

Una debilidad mía era disfrutar de un tipo de vida algo desorvitado de fiestas y diversión, pero mis ingresos no daban para eso, y mira por donde mi jefa entonces era una oportunidad de cumplir con una de mis fantasías anheladas. Finalmente transcurridos semanas de trabajo dejandome querer me invito a una copa y yo acepte (era Logico). Fuimos a un coqueto Púb Irlandes. Y allí decidida me propuso entre copas y risas malévolas llenas de roces que buscaban el calentar aun más el ambiente hasta tener una relación, mi recompensa tras perseguir una fantasía. Me parecía el deber de probar y aceptar, ¿Por que no?, fuimos a un Hotel muy caro, a una suite y no era la primera vez que ella iba ya que la saludaron por el apellido en el mostrador de recepción. Ni siquiera se cerraron las puertas del ascensor y comenzó acariciarme muy suavemente el cuello ,ella buscaba con ahínco el lóbulo de la oreja ,al apoyarse ligeramente en mi noto lo excitado que estaba, comenzó a desabrocharme la camisa, yo tenia un pecho firme por aquella época gracias al GYM, no pudo más y comenzó a besarme alrededor de mis pezones me estaba poniendo muy excitado, cuando la campana del ascensor dio la campanada de parar, rápidamente nos aventuramos en la habitación entre la risa nerviosa del ¿Nos habrán visto?. Entonces comenzamos a desvestirnos, de pronto cuando vio mi pene se impacto mi tamaño no es nada raro mas bien normal pero jamás había tenido una erección así. Lo tomo suavemente entre sus manos y trato de introducirlo en su boca, solo entro mi hinchada cabeza, yo tire su piel hacia atrás y exclamo, ¡así cabron!, que calladito lo tenias, entonces lo retire de su boca para intentar llevar la iniciativa y ella me hizo colocar en posición tumbado en el suelo y comenzó a lamer mi pene, Yo sentía como se me iba mojando con su saliva, en un escorzo llegue a tocar sus tanguitas y los pude apartar para poder acariciar su vagina, mi cabeza del glande se hinchaba mientras yo acariciaba su vagina, ella tiraba de mi piel para atrás de pronto llegue asta el final, jamás había sentido esa sensación de poder sobre mi, no quedo la cosa hay como toda vía mi pene no había dejado su firmeza se sentó sobre mi penetrándose ella misma ya que tenia agarrado con su mano mi miembro y me forzó la postura empujando sobre mi, lo hizo hasta que sintió mi pelvis, no digo que me disgustara pero tenia un poder sobre mi inexplicable yo era un muñequito bajo su mando y mis palpitaciones dentro de su vagina trasmitidas por mi cabeza del pene, la ponia mas y mas exitada, sentia correr sus jugos por mi pene, testículos y el roce de su clítoris era como un volcan de laba caliente, ella estaba lanzando gran cantidad de alaridos y mi placer iba increcento hasta que mi esperma caliente la inundo!.. Finalmente seguido de un arrebato y con un alarido con el suave movimiento de sus caderas logro un orgasmo. Cuando nos fuimos de aquella habitación me dijo que era la primera vez y yo que me lo creía me volvió a decir te voy a pedir algo más…

Pero eso lo dejaremos para otra ocasión
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