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Cosas que pasan por aquí
 
Dios, esto es tan.... diferente!!!
Vista con Título | Refiere un Amigo |
Por llevar la contraria: Buzón
Publicado en:25 Octubre 2015 5:30 am
Última actualización en:7 Julio 2017 1:48 am
9379 vistas
A lo largo de todos estos años, la cuestión de escribir mensajes no ha resultado una prioridad para mí. De hecho, a pesar de disponer de puntos para hacerlo, decidí prescindir de ello, pensando en este medio como un escaparate y no como un coto de caza (vamos, que si a alguien le interesaba un intercambio de mensajes ya me escribiría, sobre todo teniendo en cuenta que el sector femenino lo tiene, o tenía más ). Raramente he dejado de responder un mensaje recibido, aunque admito que alguna vez he sido selectivo en ese aspecto y además soy reacio a experimentar la frustrante sensación del rechazo o la indiferencia (respetable, por supuesto, pero no por ello deja de ser desagradable).

Pero miren ustedes por dónde, resulta que la página inventa una nueva restricción, como un salto al vacío o una desesperada huida hacia adelante porque probablemente con el funcionamiento que se tenía hasta ahora no sacaban la pasta deseada.

Y si al hecho de no dejarnos ver perfiles añadimos la mentira de las visitas realizadas y/o recibidas, unas veces inexistentes y otras computadas por el mero hecho de pasar el cursor sobre la imagen de un usuario o usuaria, o las continuas caídas del IM (que, por cierto, creo que es el mismo pagues o no), o la insoportabilidad de los chats, se puede deducir que a muchos de los que empezaba a importarnos una mierda esta página, nos va a resbalar aún menos una nueva restricción, aunque pensándolo bien, siempre queda el recurso de dar un poco por saco, por eso de declararse en rebeldía y, con suerte, ser expulsado cual mártir.

Es por eso que dejo este post como buzón, para joder a estos insaciables que sólo buscan dinero, ahora a cambio de la más absoluta nada, porque la promoción que tenía su página con las mínimas concesiones que daban ya era suficiente.

Tienen un morro que se lo pisan. Si te llega un mensaje, aparece el texto borroso, pero su publicidad de no sé qué mierda de halloween se ve perfectamente. Pues que se metan una calabaza y el palo de la escoba de la bruja por donde les quepa, que de mí no recibirán un pavo y encima pongo este post como buzón, por llevar la contraria.

P.D. : En caso de dejar algo, NO CITAR, que se ve, o da igual, qué narices!!!

A ver cuánto duro por aquí


2 comentarios
Maldita Navidad
Publicado en:26 Deciembre 2014 8:39 am
Última actualización en:20 Agosto 2015 8:26 am
15021 vistas
Esta época en la que la gente juega a ser feliz o a aparentarlo. Esta época en la que se reparten buenos deseos hasta para aquellos que nos odian y/u odiamos. Esa época llena de miel y dulzor allá por donde se mire…

Pues no, no me gusta la navidad, porque, además de centrarse en una absurda ficción eleva los sentimientos más hipócritas a cotas insospechadas y supone una abducción del personal a costa de babosas campañas sensibleras que tratan de captar la atención de la gente a base de chantajes emocionales, deseos imposibles y grotescas costumbres que, como marionetas tratamos de mantener a toda costa, como si dejarlas de lado supusiera el fin de nuestra existencia.

Y qué decir de ese carácter consumista, contrapuesto radicalmente a todo lo que, por ejemplo en la “cultura” que me toca más de cerca, se nos predica. El amor al prójimo (es amor sincero el que se tiene una semana al año), la caridad (sí, de cartón piedra, bien para apaciguar remordimientos o, en el peor de los casos, para sustituir a lo que los organismos encargados de velar por sus ciudadanos deberían hacer, es decir, cargar a la caridad en navidades aquello de lo que el estado debería ocuparse durante todo el año).

Y vomito viendo de nuevo a Ramón García y a Raphael o viendo trocitos del discurso de “El Preparao”, como si se lo hubiese escrito el gabinete de prensa del PPSOE. Eso sí, las primeras arcadas de navidad me las produjo el anuncio de la lotería, no tanto por el anuncio en sí o por el hecho de enterarme de que fue una idea “robada”, sino por darme cuenta de cómo se manejan sentimientos y situaciones de desamparo para recaudar, porque, sepan ustedes, la lotería de navidad es un enorme negocio para las arcas del estado; pero también para los chupatintas que se declaran informadores y que a falta de noticias nos martillean el cerebro con los horribles graznidos (sobre todo desde el cambio de pesetas a euros) de los tiernos infantes del Colegio San Ildefonso.

Me resultan nauseabundos los resúmenes del año que acaba, tan putrefactos como la televisión que sufrimos actualmente, cuya programación en gran parte parece estar pensada para mandriles lobotomizados.

Y odio los saltos de esquí, los resúmenes del París Dakar (que no pasa ni por París ni por Dakar), el soporífero concierto de año nuevo, con el Danubio Azul más trillado que aquel triste éxito de Chimo Bayo. Detesto los reportajes de familias pijas en pijama abriendo los regalos de Reyes. Y esa puñetera cabalgata en la que cuatro descerebrados (y no hablo de , que también) son capaces de meterse bajos las ruedas de un camión para coger tres puñeteros caramelos, y los roscones congelados a de beluga, la intransitabilidad de las calles del downtown, el salvaje anhelo por tener más, comprar más y desperdiciar más.

Y para olvidarlo, entras en esta página, auténtica Sodoma y Gomorra y antítesis del espíritu navideño, y como estás de vacaciones, tienes más tiempo para comprobar que, no sé si por papás noeles o reyes magos, la cosa sigue funcionando como el culo, pero un culo de los chungos, tan chungo como lo que queda de cerebro (si es que queda algo) de despojos neuronales tipo Mariló Montero. Si tienes 20 intentos para hablar por el im, 18 se van al carajo porque quien parece conectado no lo está o porque no le sale de la mismísima.

Así que la navidad en esta página también resulta un tanto peñazo y me temo que quien busque sexo por aquí lo lleva claro y tal vez tenga más posibilidades travistiendo a Michael Landon en “La casa de la pradera” y montándose un trío con él y la abuela de” Cuéntame”.

No, no me gusta la Navidad, y menos me gusta que me aparezca a las 5 de la tarde un cartelito que me diga “Chat invites left:4”, que yo cuando entro en esta página pienso en orgías y desenfreno SIN LÍMITE y me encuentro que entre las limitaciones que ponen página, las usuarias yo mismo y la madre que nos parió, al final acabaré tumbado en el sofá viendo el especial noche de reyes de Jorge Javier Vázquez (eso sí, con eso no me toco ni de coña).

Por suerte nos quedan los festivos y la sidra, que algo habría que mojar ¿no?

(Por escribir algo, que ya hacía tiempo)



20 comentarios
En la misma roca
Publicado en:25 Agosto 2014 9:16 am
Última actualización en:8 Noviembre 2014 8:35 am
19725 vistas
¿Demasiado tiempo libre? Creo que no debería ni tan siquiera albergar en mi mente el menor atisbo de todo lo que representa esta interrogante. Sin embargo, es precisamente la existencia de estos días, de ese horario de baja actividad personal y de esos momentos de no saber qué hacer, la que me empuja a caer de nuevo en la tentación del Messenger de esta página (¡por el chat ya sí que no!) y descubro (bueno, no descubro nada porque es de dominio público) cómo, por lo menos para mí, la tarea de establecer una mínima conversación se antoja una misión casi imposible.

Por un lado, los condicionantes de género: De sobra conocido es que somos muchos los individuos de género masculino que, cual ave rapaz, tratamos de contactar con la dama cuya diminuta imagen (de foto propia o la que por defecto endosa la página) se nos muestra en la lista de usuarios del IM.

Se trata de un ritual de desiguales proporciones, por la desmesurada diferencia en número entre el género masculino y el femenino. De eso se ha hablado miles de veces por aquí, si no me equivoco. La cosa está complicada, y el sistema “facilita” las cosas planteándonos una especie de gymkana en la que, a la feroz lucha entre machos alfa por hacerse con un espacio en la manada, añade una serie de obstáculos técnicos difícilmente digeribles, casi tanto como algunos relatos eróticos y los profundos e intelectuales concursos anatómicos del lugar.

Lo de volver a la gente loca con el funcionamiento del IM es más propia de fu Man Chu que de una página que se precia de facilitar contactos. Imagino que se referirán a contactos con un psiquiatra o algún estudioso de temas paranormales, porque en el dichoso invento del messenger aparecen personas que no están en la lista general de usuarios conectados y viceversa, y es en ese momento en el que se aplica la táctica de ensayo-error, que rara, muy raramente se transforma en ensayo-acierto. En este último caso, nos encontramos ante las caídas del sistema (casualmente siempre se cae la otra parte) que, a modo de coitus interruptus, hace emerger de nuestro interior las más inveteradas frustraciones.

Todo esto afecta desde hace mucho a la creatividad. Como ya he comentado alguna vez, mi torpeza para iniciar una conversación es de una magnitud similar a la incompetencia de nuestros gobernantes. Creo haber leído de escritos de algunas mujeres que ellas buscan originalidad, y esa originalidad comienza por el saludo protocolario para romper el hielo. Y digo yo: Cuando intentas hablar con 25 personas y, por una circunstancia u otra no tienes atisbo alguno de respuesta ¿vale la pena esforzarse en inventar una frase genial para parecer el alumno aventajado de la clase? Luego se quejan de falta de originalidad, pero hasta hoy creo que en esta página se premian virtualmente la posesión del culo más respingón, los pechos más turgentes o el paquete más exagerado, así que el esfuerzo en barroquizar un saludo, creo que está un poco de más (vale que tampoco hay que empezar con el “ola k ase?” o “¿kieres verme la poya?”. Me limito a un educado “buenos/días/tardes/noches” estandarizado y casi de copia-pega, pero es que aquí también hay que jugar con la inmediatez y si te pones a plantear escribir un poema tipo Espronceda para impresionar a una chica que tal vez ni se entere de que le están enviando un mensaje, porque la puñetera página no funciona, en el mejor de los casos se te ha adelantado el del “ola k ase” o el de la poya.

Con todo ello, me planteo guardarme la poca originalidad que pueda tener para una conversación ya establecida, así como envainarme la susodicha hasta que fuera menester (o mejor dicho, penester ).

También pienso en lo pesado que podemos parecer al intentar conectar. Hace tiempo, existía la posibilidad de rechazar el mensaje y ahora no está tan claro; es más, muchas veces parece que ni hay cobertura, aunque imagino que puede deberse a la irrupción de dispositivos móviles con un diferente funcionamiento en su sistema operativo. Pero pienso en lo pesado que puedo parecer a alguien a quien haya enviado mi “ola k ase?” y que, al no recibir señal alguna, he dado por sentado que se ha debido a un error de la página y no a que la respectiva me mande a hacer gárgaras.

Y no, no culparé a la página por todo ello. La culpa, obviamente, es mía, por enredarme en estas cosas tan raras y tropezar de nuevo en las mismas. Tan culpable como soy de escribir estas chorradas, pero es que llevaba tiempo en blanco y con esto de las tonterías escritas se liga más que presentando el Telediario de la 1.

Ya he escrito algo ¿no?


20 comentarios
De parásitos, rémoras, lastres y vividores
Publicado en:29 Junio 2014 10:40 am
Última actualización en:2 Julio 2014 1:35 am
19547 vistas
Resulta que vivo en un país donde se dice blanco y al final es negro (para lo que conviene).
Resulta que en mi localidad, en mi barrio pasamos del blanco al negro y viceversa cuando a los de este extraño país se le pone en la punta de floriano.
Resulta que en mi vida laboral el blanco se tiñe de negro cuando veo que los que tienen que defender la luz meten la cabeza en el agujero para verlo todo negro y no desentonar con la tendencia generalizada (espero equivocarme) de esta cosa que llamamos España.
Y es que entre gente aprovechada, aferrada al cargo o al chanchullo de rigor y los cazurros consentidores entramos en una espiral, ¡qué digo yo una espiral!, un círculo que se cierra y que muchos cerramos.
¿Y a qué me refiero? Pues sencillo (o no tan sencillo): A esta tendencia de tildar de populista, demagogo y radical a quien quiere cambiar lo que parece o es evidente que va mal (y no me refiero sólo a la nauseabunda política).
La indiferencia, la resignación, la pasividad… parece que se tornan en defensa a ultranza de lo establecido cuando se atisba un mínimo esbozo de cambio. Supongo que pensarán eso de que “con estos ladrones, corruptos, apalancados, etc. que tenemos no creo que encontremos otros mejores”. Y es curioso, reaccionan cuando algo o alguien quiere que algo cambie, por muy mal que vaya.
Que hay una familia real parasitando y metida en pufos económicos y temas de prevaricación, no pasa nada.
Que los cuatro listos que se creen por encima del bien y del mal se cachondean del populacho pasándose por el forro las normas que a los demás nos aplican de manera implacable, no pasa nada.
Que la manipulación, el engaño, la mentira en general están a la orden del día, no pasa nada. Son nuestro entrañables chorizos, nuestros queridos corruptos, a los que no cambiaríamos por otros, mucho menos si se les intuye un mínimo ramalazo de voluntad por cambiar la situación (porque, obviamente TODOS los que quieren cambiar algo que va mal lo hacen para aprovecharse y seguir haciendo que vaya mal.
Y es a eso a lo que hemos llegado: a pensar que nadie quiere solucionar un problema sin buscar forrarse o llevárselo muerto. Tal vez crea el ladrón que todos son de su condición, y esto me lleva a pensar que estamos en un país de auténticos caraduras que se aprovechan de un montón de papanatas (yo incluido, por supuesto) que no hacen nada por aportar soluciones, y por un montón de lameculos que ríen la gracia al pícaro que se aprovecha de los anteriormente citados.
Y aquí se cierra el bucle, y como trogloditas, anclados en cavernarias costumbres, alentadas por el caramelo envenenado del consumismo y por la permanente mentira de los medios, nos encerramos en un caparazón de ignorancia y llegamos a creernos cosas como la que dijo aquel indeseable: “España va bien”.
Y desde luego que va bien, para los listillos de turno, siempre los mismos, mientras una parte de la plebe traga saliva a la vez que aprieta los puños y rechina sus dientes y otra parte se inyecta por vena sus diarias dosis de garrulismo ilustrado por cortesía de Tele5, la liga de Fútbol profesional y esa sarta de ejemplos basura que nos meten como modelos de sociedad inalcanzable.
Que en el S XXI se esté al frente de una nación por el ADN ya es malo, muy malo, pero que haya gente que quiera perpetuarlo ya clama al cielo, llegando a cambiar leyes a su antojo (¿por qué no se abolió la ley sálica hace mucho? Igual a día de hoy, Marichalar, el bien vestido sería rey).
Pues nada, sigamos jugando a reyes y princesas, saltando de Letizias (mira que resulta hortera la “Z”) a Belenes Esteban. Fútbol, toros, triunfitos y cocinillas, que es lo que le mola al populacho, que nos estarán pisando la cabeza, pero lo bien que lo pasamos cuando España gana el Mundial (¡Ah, no! ¡Qué este año nos han dado el bote a las primeras de cambio!).
Tal vez esté siendo muy duro. Demos una oportunidad al nuevo monarca, el primero de los españoles, tan primero que nadie se le puede acercar, el que representa a una nación aconfesional y se va a ver al Papa. El del que hizo tanto por los negocios de nuestro país en Arabia Saudí e inmediaciones (muy bien no le debió salir, porque que yo sepa, no ha servido para impedir la ruina de este país, eso sí, el pobre elefante hecho unos zorros y el “No volverá a ocurrir”.
Venga, vamos a despertarnos. Apaguemos la caja tonta y pensemos… Pero pensemos bien

(¿No queríais algo nuevo?: pues más de lo mismo ).

15 comentarios
Animal de costumbres
Publicado en:15 Marzo 2014 10:55 am
Última actualización en:23 Junio 2014 8:31 am
22260 vistas
Vagando por este lugar me viene a la mente el “I got you babe” de Sonny and Cher:
Las peleas,
los cambios de look de una página que recurre a lo aparente para renovarse, o morir,
los errores de sistema cada vez que hay un cambio de escaparate,
las divas de mercadillo,
los pelotas,
los que van de lo que no van cuando en realidad van de lo que van,
los que no se enteran,
los que no nos enteramos,
los perfiles falsos (incluso los de hace años),
las encuestas sobre depilaciones,
los concursos de culos,
los comentarios en blogs que no son comentarios,
los blogs que no son blogs,
la mierda de nombre ése de “blog”, que parece que te has atragantado con un pelo púbico,
la loca de turno,
las censuras,
las recomendaciones que nadie seguirá,
los devaneos de farol,
las imágenes engañosas,
los cerebros exprimidos tras ver imágenes engañosas,
las imágenes no engañosas,
los cerebros exprimidos por saber que jamás catarán esa imagen no engañosa,
los dientes largos,
las mentes cortas,
las distancias,
las faltas de ortografía,
los modismos ininteligibles,
las fotos sacadas de internet,
las publicaciones sin sentido,
por poner algo,
por asomar la patita,
y que no valen para nada…
¿o tal vez sí?
como ésta
.



18 comentarios
Interfeis
Publicado en:26 Deciembre 2013 11:55 pm
Última actualización en:22 Julio 2014 3:08 am
23426 vistas
No, no estoy retirado, ni he caído en manos de una millonaria nórdica. Mis dedos no han sufrido una amputación traumática cortando jamón serrano. El alzheimer aún no ha hecho estragos suficientes en mi hipotálamo como para no poder coordinar más de dos pensamientos seguidos.

No, es simplemente que por aquí no hay nada que contar y muy poco que leer, al menos para mí. Eso sí, he vuelto a entrar en esto del imc para comprobar lo estéril que resulta a veces, o mejor dicho, casi siempre, tratar de establecer una conversación (y me niego al lo del chat, de verdad). Si no es por no recibir respuesta, es por esa maligna providencia que hace que se me bloquee el ordenador o se vaya la luz de casa en medio de una conversación.

E igual que al principio de mi andadura por este sitio, sigo pensando que el no ser directo, no echarle mucho morro, no ser un caradura o incluso no mentir sin reparos no es algo que ayude. Algo parecido a lo que pienso cuando mujeres a las que se les llena la boca hablando de sus derechos, se vuelven locas con las asquerosamente sexistas y machistas letras de ese subgénero que es el reguetón, en el que, con o sin sutilezas, el papel de la mujeres similar al del felpudo de entrada a El Corte Inglés de Goya.

O sea, que lo que criticamos es lo, en definitiva, gusta o nos gusta y que, en el fondo, somos seres muy contradictorios, llegando a la hipocresía y al cambio de chaqueta según nos convenga, lo mismo que, entiendo, ocurre en esta página, en la que los principios pasan a estar supeditados a los dictados de la entrepierna.

Y el caso es que toda esta parrafada, que no sé por qué he escrito, no tiene nada que ver con lo que, en un principio, se columpiaba por mi mente, que no es otra cosa que la presentación de la página.

Si tenemos en cuenta que un 98% de los usuarios de esta página, entramos con un trombo cerebral producido por la acumulación sanguínea fruto de un permanente calentón que nos impide entender con claridad los más básicos conceptos, no es complicado concluir que la interfaz, presentación, look o como se quiera llamar de este sitio resulta ciertamente laberíntica a la hora de acceder a determinados contenidos.

Y no me refiero necesariamente a las restricciones a usuarios estándar como yo, si no a los enlaces y botones que te deberían llevar a la sección buscada. Considero que a personas simples como somos los pertenecientes al género masculino, cuestión agravada por un celo permanente y una eterna opresión inguinal se nos debe facilitar la tarea, poniendo a nuestra disposición una presentación de secciones mucho más clara, con botoncitos de colores (colores básicos, nada de “blanco roto” o “rosa palo”) o flechitas con enunciados que no den lugar a duda alguna.

Si busco ver mi blog, por ejemplo, no tendría que entrar en mi perfil, o buscar en la sección de blogs un casi recóndito letrerito que apenas se ve, también por estar cegado por fotos que adornan las publicaciones de personas de otros países y continentes a las que en mi vida leeré, mientras que si quiero ver las publicaciones de España (patriota que es uno), tengo que recorrer un relativamente largo trayecto hasta llegar al espacio deseado.

Y luego el rollo de quién te ve (y supongo que también a quién veo). Tengo la impresión de que las pocas visitas que tengo suelen ser ficticias (no me refiero a que lo sean las personas que presuntamente me visitan), programadas por la página en base a las estúpidas preferencias de cupido (manda huevos meter a cupido en esta casa de “tócame, Roque”). También supongo que yo visitaré ficticiamente a otras persona, aunque a veces la claridad de la presentación de la página te lleva fácilmente a hacer clic en el nombre del usuario en lugar de en el nombre de su sección , que es en definitiva donde pretendo acceder, ya que no puedo ver perfiles).

Así, esto me lleva a pensar que yo recibo visitas que no son y que otras reciben visitas mías que tampoco son. O sea, que nos movemos en una permanente confusión, una especie de engaño y una fantasía cibernética proporcional a nuestra necesidad de apareamiento. Y gran culpa es de la interfaz, la antigua, la nueva… qué mas da. Yo creo que a los genios creadores les viene bien que, como ratones de laboratorio, los usuarios recorran los laberintos de la página con estériles resultados hasta que la desesperación les lleve a caer en la tentación de pasar por caja y, como reza la promoción de la portada, conseguir sexo seguro.

No sé si me explico. Creo que casi nunca lo hago.


11 comentarios
ESTIMULACIÓN INTELECTUAL
Publicado en:4 Julio 2013 10:31 am
Última actualización en:6 Enero 2014 10:09 am
26976 vistas
Hace ya unos cuantos años, cuando empezaba a tontear con esto de internet y las redes sociales, “conocí” a una americana que me comentó que ella buscaba sentirse intelectualmente estimulada. En un principio imaginé que se referiría a conversaciones profundas acerca de trascendentales temas, aunque a decir verdad, su continuos flirteos en clave de sumisión medieval con un usuario de apodo caballeresco me hicieron dudar acerca de lo que significaba eso de la estimulación intelectual, al menos personas en mayores de 13 años.

Conocida es de sobra la estimulación genital; sí, ésa que nadie dice buscar, porque en realidad todos perseguimos la intelectual y la afectiva ¿verdad? (¿hace falta que añada un indicador de tono irónico-sarcástico? Es que no encuentro el emoticono). Entras en una página de sexo y todo es candor, poesía, mariposas en el estómago, tratados humanistas y consultorios de todo tipo, y si se habla de alguna cochinada, ésta se envuelve en un celofán de filosofía de vida, de respetar-ser respetado y del siempre justificado morbo como escalón hacia arriba en el proceso de construcción personal.

El caso es que a la hora de ponerme a escribir se me ocurrió esto de la estimulación intelectual no para volver al viejo tema de esta página como transmisora del saber metafísico y del amor y la amistad en detrimento del sexo por el sexo. No; en realidad la idea se me vino a la cabeza porque tenía algo de tiempo libre, hacía un montón que no juntaba letras y porque, en definitiva, y al hilo de lo que acabo de decir, no me siento intelectualmente estimulado.

Cuando hago esta afirmación, evidentemente me refiero a lo que esta página representa. Cada vez entro/leo menos por aquí, y en ocasiones, de lo poco que reviso, no me apetece comentar, aunque sea para dar por saco. Y me pregunto si estoy sufriendo alguna mutación o algún proceso psicohormonal que me impide centrar la atención en algún escrito, o simplemente no me llama la atención.

Los títulos no me atraen, lo cual, teniendo en cuenta mi filtro a la hora de leer artículos, se queda en prácticamente nada. Lo poco que leo apenas me atrae; ni siquiera un estúpido concurso de culos que criticar o unos empalagosos comentarios que llevarse a los ojos. Ya ni siquiera se deja ver ningún troll, aunque en cierto modo, yo mismo puedo parecer uno.

En definitiva, la página es aburrida; se puede seguir viendo los mismos culos (perdón, las mismas caras) y apuesto a que algunos de los nuevos son reenganchados de épocas anteriores. Y es que el aburrimiento hace estragos, aunque lo de entrar aquí a cotillear para mí es más bien una costumbre, eso sí, algo más liviana que antaño, porque no permanezco tanto tiempo en la página. Y creo que me alegro por ello, porque estando junto a la ventana y viendo la luz de un día como hoy, me pregunto qué narices hago escribiendo esto.

Publico esta idiotez y me voy a la calle, que es lo que me estimula intelectualmente en estos momentos.

Y si de paso surge algún que otro estímulo...


12 comentarios
SOY UN EMPRENDEDOR
Publicado en:1 Abril 2013 1:07 am
Última actualización en:7 Julio 2017 1:47 am
29789 vistas
Ante la coyuntura que nos contempla en este mundo en el que la situación económica nos empuja a tomar la iniciativa, he decidido no protestar por el permanente abuso, atraco y catadura de gobernantes, paletos adinerados, intelectualoides juntaletras, gurús catódicos y demás carroña y me uno al lobby neoliberal que tanta razón tiene en todo cuando vienen a afirman que esto que llamamos país, de cuya enseña se hacen adalides, funciona gracias a ellos.

Y para eso se han inventado lo de los emprendedores, que de toda la vida ha sido un empresario, pequeño, mediano o grande, pero que, igual que los ajustes en lugar de recortes y otros ridículos eufemismos, suena más bonito y más “suyo”.

Pues bien, ya que dice el refrán “si no puedes con tus enemigos, únete a ellos”, tomo la frase al pie de la letra y engomino mis cuatro pelos, me pongo la camisa hortera de Tommy Hilfiger, cuelgo el jerseicito de mis hombros, me embuto en mis inarrugables Dockers y me calzo unos zapatitos italianos divinos de la muerte, todo ello bajo el halo de un perfume Hugo Boss o esencia a que tanto se lleva a la hora de querer parecer más hombre. Ahora, ya estoy listo y dispuesto a emprender, formando mi sociedad limitada con vistas a crear un imperio, codearme con los grandes, cotizar en bolsa y relacionarme con la nobleza.

Mi plan es el siguiente, y como las grandes figuras de la superación personal, del trabajo, de la honradez, como Mario Conde, Rodrigo Rato, Luis Bárcenas…, pienso poner mi nombre con letras de oro en la cúspide del neoliberalismo. Puedo verme en las portadas de La Razón, en las tertulias de Intermierdonomía, dando de comer en mi mano a Jiménez Losantos o teniendo a Buroaga lamiendo la suela de mis caros zapatos.

¿Cómo pienso conseguir eso? Es bien sencillo. Tan sencillo, que me resulta sorprendente comprobar cómo nadie parece haberse dado cuenta. Tal vez sea ése el mágico don que nos adorna a los emprendedores y que nos convierte en una casta superior. Porque todos sabemos que quien se pela el culo estudiando una carrera, un módulo de FP, se presenta a unas oposiciones, se patea las calles con el currículum en la mano, se somete a los tercer grados de las entrevistas laborales, ésos no emprenden nada, sino que tienen una vida regalada (¡incluso luego se atreven a protestar, mordiendo la mano que les da de comer!). Un emprendedor no es eso ¡faltaría más! Muchos compañeros emprendedores toman verdaderos riesgos y no dejan su destino a merced de la teta de la Administración en forma de subvención, sino que empeñan todo su inconmensurable esfuerzo en invertir capital proveniente de los modestos ahorros de papá y mamá, que tienen que privarse de algún modo arriesgando uno de sus 15 modestos pisos en Serrano al ponerlos como aval para apoyar mi inversión.

Pero vayamos al grano, y sé que puedo estar perjudicando mi próspero negocio dando aquí los detalles del mismo, ya que la competencia es feroz y, si bien los emprendedores somos una especie de logia en la que nos unen unos vínculos que van más allá de lo terrenal, si algo nos ha caracterizado a lo largo de nuestra larga historia es el estricto seguimiento de un elaborado código ético que se resume en dos palabras: Todo vale.

Mi plan es el siguiente: He decidido montar una empresa de servicios de atención carnal y corporal. Vamos, lo que toda la vida se ha llamado ser un gigoló, pero como soy emprendedor lo llamo de esta manera, que suena bien y todo.

Para ello, y como papá y mamá me ponen el pisito de Claudio Coello a mi disposición y para mi cumple me regalaron el ultimísimo modelo de IPhone de octava generación, he establecido allí mis oficinas y mi centro de logística. Tanto allí como en cualquier lugar del planeta, los servicios de mi empresa pueden ser ofrecidos por todo el mundo (¡Tiembla, Hugh Hefner!).

Con esta sólida base, sólo queda aplicar mi acreditado e ilimitado talento en semejante proyecto, cuyos principios serán duros, muy duros (nunca mejor dicho), porque seré yo, y sólo yo quien saque adelante este proyecto integral, que abarque facetas como la restauración (me refiero a lo que llamaba antes gastronomía y que algún listo llamó así para que sonara bonito; yo antes llamaba restaurar a arreglar y dejar como nuevas cosas como muebles, vehículos, etc.), el espectro audiovisual, el ocio, la economía, la política, el deporte, la cultura, etc.

Es por ello (y no me enrollo más), que enumero mis servicios, detallando también las tarifas vigentes para la presente temporada:

Acompañamiento a convenciones, reuniones, actos culturales, bodas, bautizos y banquetes: 45 €/hora

Comida de chirri: 25 €

Lamida de glúteos embadurnados en leche condensada con pétalos de rosa o mermelada de arándanos: 33€

Prospección manual frontal: 42,5 €

Prospección manual trasera 63,85 €

Prospección lingual frontal: 57, 34 €

Prospección lingual trasera: 87,12 € (mascarilla antigás y edema previo no incluidos).

Masaje completo con aceite de esencia Coosur (Colza optativa): 125€

Arrejuntamiento de meaderos. 131,33 €

Chiqui chiqui clitoriano: 67,90 €

Chiqui chiqui por la puerta de atrás: 78,56 €

Azotamiento con tira de gominola: 56,76 € (de fresa), 56, 85 € (otros sabores).

Misionero: 87 € (donación de un 0,6% a la fundación del Padre Arrupe).

69: 69 €

Beso negro: 93 € en dinero B, no podía ser de otra manera).

Cameo (nunca mejor dicho) en peli porno: 437 €/sesión.

Actor secundario en peli porno: 213 €/sesión.

Protagonista en peli porno: 243567643 €/película.

Gala de Oscar: 232 € + desplazamientos.

Participación en fotos robadas: 134€/sesión + comisiones por Sálvame.

Sesión con traje de neopreno (lo siento, el presupuesto no daba para el látex): 151, 98 €

Sesión sado con pinzas para la batería del coche: 345 €

Sesión cibersexo en HD, 3D, Dolby Digital y Sensurround: 212 €

Escándalo sexual con política: 453€ (Esperanza Aguirre y Fátima Báñez excluidas, que uno tiene sus límites).

Escándalo sexual con nobleza/monarquía: 767€ (Infantas de España excluidas, obviamente).

Envío de correos "Duque empalmado" (marca registrada) 34€ c/u

Donación de esperma: 556€ + recipiente y material motivador.

Intercambio de parejas: 123 € + pareja para mí.

IVA e impuestos incluidos. Para información acerca de resto de servicios, consultar.

Las autoridades sanitarias advierten: Hacer estas cosillas siendo de la Casa Real puede dar algún dolor de cabeza.

¿A que me hago millonario? Voy ahora mismo a mirar el correo, que lo debo tener a rebosar.





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EN BUSCA DEL GRUPO PERDIDO
Publicado en:4 Marzo 2013 10:02 am
Última actualización en:20 Marzo 2013 10:09 pm
30419 vistas
Me dicen que he perdido el norte.
Me dicen que he perdido los papeles.
Me dicen que he perdido la vergüenza.
Me dicen que he perdido no sé qué tren.

Y ahora veo que se ha perdido uno de los grupos de esta pagina...

Pues bien, no sé si seré yo el único al que le ocurre y, la verdad, tampoco es algo que me quite mucho el sueño, pero sí diré que quien no encuentre el grupo divinas y divinos y no sepa localizarlo por ocurrirle lo que a mí, que no soy experto en estas lides, que basta con escribir el nombre del grupo en el buscador de la sección de grupos. Han desaparecido los posts, pero funciona el chat (que ahí se folla que no veas)

Por si sirve para este tipo de casos, ahí queda


O también puede servir esto

Divinas Y Divinos

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CON DOS NOVENTA Y CINCO (Imagen)
Publicado en:23 Enero 2013 10:23 pm
Última actualización en:5 Marzo 2013 8:51 am
31798 vistas
Por si no se ve a lo que me refiero (En la encuesta no deja insertar fotos, o al menos no veo cómo hacerlo).

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CON DOS NOVENTA Y CINCO
Publicado en:23 Enero 2013 9:36 am
Última actualización en:28 Deciembre 2013 8:26 am
31808 vistas

¿Qué harías con los 2,95$ que pone por aquí que hace falta para visitar un perfil?

Añadan ustedes sus ideas, que estoy de bajón creativo
Comprar un paquete de rollos de papel higiénico de doble hoja.
Cambiarlo en un par de monedas de euro para el carro de Carrefour.
Bajarme al bar de la esquina a tomar un carajillo en lugar de estar en esta página intentando entrar en un perfil por 2,95
Me la suda; yo no miro perfiles.
Escribir un blog cagándome en sus muertos.
Escribir un blog cagándome en los muertos de el que escribe un blog cagándose en sus muertos.
Realizar proposiciones deshonestas (estamos en crisis).
Por el culo te la hinco (No pude evitarlo)
6 comentarios , 19 votos
ENTRE BOSTEZO Y BOSTEZO
Publicado en:20 Enero 2013 3:35 am
Última actualización en:26 Enero 2013 8:50 am
31884 vistas
Imagino que esto va por temporadas y debemos encontrarnos en lo que llaman “temporada baja”, como aquellos famosos “días azules” de Renfe en los que el trayecto salía más barato. Y me da la impresión de que no sólo es cosa mía, sino que parece algo “generalizado”, y me refiero al menor número de publicaciones.

Si a esto le añadimos que sólo leo publicaciones de mujeres (es una manía, ya lo sé), que con unas cuantas de ellas no me iría al museo del prado, que otras, con sólo leer el título del post hacen que pase de largo, y que yo mismo no tengo muchas estupideces que decir últimamente (o al menos que me inciten a plantar las yemas de los dedos en el teclado), ni ganas de contarlas, me encuentro ante uno de esos días azules, de rebajas, sin viajeros y sin viajar por este lugar.

Del iemecé ya desistí hace tiempo y, ocasionalmente, echo un vistazo para comprobar que, como diría Julio Iglesias, “La vida sigue igual”: Un sistema de comunicación que da permanentes señales de “comunicando”, “sin cobertura”, “o simplemente no da señal.

Y el caso es que mis períodos de inactividad (llámese también aburrimiento) son más o menos los mismos, pero con la diferencia de que entrar por aquí, no me llama tanto la atención. Reviso la página casi a diario, lo que me permite darme cuenta de estas cosas, de ver que hay circunstancias que no cambian, incluso se repiten de manera cíclica, pudiendo leer esas mismas encuestas del tipo “¿Cómo te gustaría que tu pareja te rascase los pies?”, como si de una reposición se tratase.

Estamos, pues, ante ese fenómeno que a modo de flashback invade todo este tinglado. Como Bill Murray en “Atrapado en el tiempo”, despertando cada mañana con el soniquete de Sony & Cher y disponiéndose a afrontar una vez más un “apasionante” Día de la Marmota. Y como una marmota suelo acabar, de aburrido, siguiendo el mismo proceso: Ver si hay alguna visita, ver si alguien me insulta en alguna de mis publicaciones o ver si alguien me insulta en publicaciones de otros.

Y realmente, tras meditar en el tiempo que llevo por aquí, me pregunto y me respondo a una cuestión: Si por aquí casi todo es cíclico, cuando intento intercambiar una frase, un comentario o lo que sea con alguien de aquí a quien creo no conocer ¿Estaré entrando en ese bucle y contactando con alguien con quien ya hablé?

La respuesta me la doy yo mismo, y es SÍ. Imagino que un buen porcentaje de nuevos perfiles corresponde a gente que se ha ido y ha vuelto, a gente que no se ha ido, pero juega con doble baraja o a gente que, simplemente juega a cotillear y a buscar reacciones de los demás aprovechando la doble personalidad que posibilita este medio.

Ante esta tesitura me pregunto acerca de la conveniencia de cambiar tanto en este Día de la Marmota. ¿Por qué dejar de ser la mentira con la que se entra aquí para inventarse una nueva? (Descarto la posibilidad de que se entre con absolutamente toda la verdad por delante). Pues sí, creo que no vale la pena eso de crearte mil cuentas, de decir que te vas y reapareces con otro perfil, que es de imbéciles dejar el perfil de corderito para montarse el de lobo y viceversa si lo que se pretende es algo más allá de lo puramente virtual. Es absurdo exigir y esperar que no te exijan, es de adolescentes pensar que se está exento de crítica por tener tetas y enseñarlas…

Esto se me va ocurriendo, entre otras cosas, un domingo por la mañana. Y mañana, cuando cotillee de nuevo por aquí escucharé de fondo eso de “I got you babe”.


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SORPRENDENTE
Publicado en:25 Deciembre 2012 12:33 am
Última actualización en:26 Enero 2013 8:50 am
33084 vistas
En mi errática travesía por este absurdo mundo de las redes sociales (casi tan absurdo como el mundo real) otra cosa que he observado al supervisar perfiles (de mujeres, que son los que leo) es cómo hay algo que se repite de una manera ciertamente habitual, y no es otra cosa que, tras una retahíla de manidos tópicos, frases hechas, párrafos copiados de no sé sabe dónde o repetitivas citas literarias, indicar eso de “Alguien que me sorprenda”, refiriéndose al tipo de persona que se pretende encontrar.

Pues bien, si lo sorprendente ha de concordar con lo sorpresiva de la descripción previa, nos encontramos ante lo que podría ser una banalización del factor sorpresa, entendiendo como tal la capacidad de ser original o hacer algo inesperado (bueno por añadidura) que encima agrade a ese objeto del deseo en el que a veces pienso quieren convertirse algunas de las personas cuyas características analizo.

Y vuelta la burra al trigo, me dirán, con el tema de las flores, la cena a la luz de las velas o el paseo nocturno por un paradisíaco paisaje; pero es que intuyo que muchas veces, cuando se busca ser sorprendido en esta materia, lo que en realidad se pretende es lo de casi siempre: Que me digan lo que yo quiero que me digan.

Lo que realmente resultaría sorprendente sería que un individuo se mostrase natural, sin artificios ni estrategias para agradar a la otra persona. Cierto es que en el ritual del cortejo parece que impera el “todo vale”, pero no menos cierto es que si entre las reglas impuestas por la otra persona se encuentra la capacidad de sorprender, generalmente mediante acciones (reales o producto de fantasiosos deseos), se vuelve a caer en el viejo tópico de quien usa un tópico como queriendo alejarse de los tópicos. Y parece que en estos casos la persona cortejada se limita a ser esa inocente presa que sucumbe bajo el inapelable encanto del cazador, cuyas artes amatorias se basan en tratar de ser más original que la propia originalidad con alguien a quien, en un principio, no conoce de absolutamente nada y que, para qué negarlo, no parece muy original, y por ende, sorprende más bien poco.

Y me pregunto cómo se mide lo sorprendente que es uno, y en qué se puede sorprender, porque una sorpresa puede acabar teniendo ese efecto boomerang que termina estallándonos en la cara. Puede que se trate de ir poco a poco, pero por lo que voy percibiendo, en este mundo virtual, tan atemporal él, las prisas son la tónica acelerada, máxime cuando, por un lado, puedes encontrar una nueva opción o, por el otro, quieres tener a la presa atada y bien atada. Con esto, la pausa es mala consejera, pero también un factor determinante a la hora de plantearse el reto de comunicarse con alguien de una manera más o menos original.

Y me explico: Tratando de ser original, de adaptarme a lo exigido, de cumplir rigurosamente los requisitos, de no parecerme al resto y hacerlo de manera que agrade a la otra parte, en definitiva, intentando sorprender, me encuentro con que en este mundo, que avanza a la velocidad de la luz, debería invertir una gran dosis de esfuerzo en pos de la originalidad (que conlleva un evidente gasto de tiempo) y unas elevadas dosis de paciencia en esperar que otra persona, que probablemente tenga la misma capacidad de sorprender que un caracol en una hoja de lechuga, responda y encima lo haga de manera positiva con respecto a las propias aspiraciones.

Vamos, que está claro que lo que debería predominar, estando en el papel de cazador, sería la cantidad, y no la calidad, puesto que el análisis minucioso de la presa puede acabar consumiendo la paciencia y las ganas de quien busca el santo grial de la perfecta relación. Y si hay suerte y existe conexión, mejor. Tal vez por eso sea el sexo y lo puramente físico lo que mueva más fácilmente este hormiguero. El sexo es inmediato y se puede desvincular (hay quien lo hace o dice hacerlo) de cualquier tendencia afectiva. Puede ser por eso que sea más sencillo decir “¿Follamos?” que prometer un ramo de flores a la luz de las velas. Aunque probablemente lo primero venda poco… o tal vez no. Y ninguna de las dos opciones, por manidas y repetidas, me sorprendería. Bueno, lo de “¿Follamos?” un poquito sí ¿eh?

P.D.: Venga, los fundamentalistas que ven machismo por todas partes tenéis aquí un poquito de carnaza, aunque, si tenéis tiempo, os sugeriría que, además de leer cuatro frases, aprendáis a interpretar (sin aferraros a vuestros retorcidos conceptos, claro)



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